deje que su niño explore
La hora de comer es la oportunidad perfecta para fomentar la independencia, y todo empieza por dejar que los niños exploren.
Tanto si se trata de las texturas de los alimentos nuevos como de la emoción de los sabores diferentes, es importante darles espacio para que descubran estas cosas por sí mismos, aunque se ensucien un poco.
Intenta no preocuparte demasiado por los derrames y las migas. Al fin y al cabo, la hora de comer es algo más que comida. Es una experiencia sensorial para tu pequeño comensal.
Una forma de fomentar su curiosidad es implicarle en los preparativos. Deja que te ayude con tareas sencillas, como lavar las verduras o poner la mesa.
Esto no solo aumenta su confianza, sino que también les hace sentirse dueños de la comida. Una vez en la mesa, ofrézcales varias opciones en el plato.
Al permitirles elegir lo que quieren comer, estarás fomentando su independencia y dándoles libertad para tomar sus propias decisiones.
No se trata de crear una comida "perfecta". Se trata de darles la oportunidad de explorar, experimentar y aprender a su propio ritmo.
comer juntos
Compartir una comida en familia no es solo alimentarse. También es un momento importante para que los niños aprendan.
Cuando comen juntos, aprenden de forma natural tus hábitos alimentarios, desde cómo coges los cubiertos hasta el tipo de comida que te gusta.
Este proceso de modelado es una parte clave de su desarrollo, ya que les ayuda a comprender tanto los aspectos prácticos de la hora de comer como las rutinas sociales que la acompañan.
Para los niños, la mesa es un lugar de aprendizaje, y por eso es fundamental crear un entorno con menos distracciones.
Reducir los estímulos durante la cena -como apagar la tele o guardar los juguetes- les permite centrarse más en la comida.
En un mundo lleno de estímulos constantes, la hora de comer puede ser un momento de paz en el que aprendan la importancia de bajar el ritmo, conectar y simplemente estar presentes en la mesa.
prepárate
Estar preparado con los utensilios adecuados puede marcar la diferencia a la hora de comer con los niños. No solo ayudan a gestionar el desorden, sino que también mejoran la experiencia general de la comida para tu pequeño comensal.
Con los elementos esenciales adecuados, como salvamanteles antideslizantes para recoger derrames o baberos fáciles de limpiar que mantienen la ropa seca, podrás centrarte menos en la limpieza y más en fomentar la independencia de tu hijo.
Si preparas el terreno para que coma sin estrés, no solo evitarás que se ensucie, sino que fomentarás la confianza de tu niño.
Darles libertad para manipular la comida de forma independiente fomenta la curiosidad y les ayuda a desarrollar importantes habilidades motrices.
Un espacio seguro y sin desorden favorece su crecimiento y garantiza que la hora de comer se convierta en un momento para conectar, descubrir y disfrutar juntos.
Lee más sobre lo esencial a la hora de comer.
A medida que emprendas el camino de la alimentación independiente, recuerda que cada comida es una oportunidad para que tu niño aprenda y crezca.
Si creas un entorno propicio y fomentas la exploración, no solo estarás controlando el desorden, sino que estarás fomentando la confianza y la curiosidad en la mesa.
Celebra las pequeñas victorias, aprecia los momentos de descubrimiento y disfrutad juntos de esta hermosa etapa del desarrollo.